Secretos que esconden los vinos varietales

Variedades en Argentina, o castas en España, son casi como los pura sangre de la Cultura más Vieja del Mundo, el vino. Si es Malbec, con kilómetros de terciopelo en la lengua, si es Chardonnay, con la refrescante acidez del ananá con un toque de manteca, si es Bonarda, con la fruta roja de la tierra seca, si es Cabernet, con el poder de la boca del gran señor tinto.

Los vinos varietales son aquellos que deben poseer al menos el 85 % de una misma y única variedad de uva. Si bien no se pueden encasillar sólo por este factor, las distintas cepas marcan una diferencia, explica Área del Vino en su última publicación.

¿Qué podemos esperar de los vinos varietales?

La forma en la cual sea tratada la vid en el terruño, el clima, el riego, el tipo de vinificación, y cientos de etcéteras, modifican sustancialmente la materia prima y le van imprimiendo determinada característica al vino. Por eso no se puede decir que una clase de uva posee ciertas cualidades o atributos, ya que varían con los lugares y los hombres. Pero suponiendo que tenemos distintas variedades tintas plantadas en un mismo sitio y las vinificamos de igual manera, obtendríamos (sólo a modo descriptivo, genérico y orientativo), los siguientes resultados y cualidades:

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Pinot Noir: Comenzamos por esta cepa porque la idea es ir del vino más ligero o sutil al más robusto o corpulento, con lo cual ya sabemos que la Pinot Noir entrega vinos delicados, elegantes. Posee baja a media astringencia y una nota “dulce”. Sus clásicos aromas recuerdan a frambuesas, cerezas y guindas. Sus colores tienden a estar en la gama del rojo claro, rubí, y ocres. Sin dudas, su terruño preferido en el mundo es la Borgoña francesa.

Bonarda: Da vinos livianos, de taninos suaves. Salvo excepciones, son para consumir jóvenes. Posee carácter frutal. De colores rubí intenso, violetas y púrpuras. La acidez es marcada pero no excesiva. Frutas rojas, mora, frambuesa y frutillas conforman su paleta aromática. Es agradable y dulce, de carácter vinoso y elegante. Luego del Malbec, es la uva más plantada en Argentina, por utilizarse mucho en vinos corrientes.

Cabernet Franc: Es menos estructurada que su familiar, la Cabernet Sauvignon, siendo menos tánica y ácida, pero muy aromática. De color rojo rubí hasta púrpura. Aromas que recuerdan a frutas rojas, pimientos y mermeladas, junto con un peculiar toque herbáceo. Posee fina textura y alcohol moderado. Es aterciopelado en boca, con notas de pimienta y especias. Según estudios, su cruzamiento natural con la Sauvignon Blanc, dio origen a la Cabernet Sauvignon.

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Malbec: La uva estandarte nacional, que provino de Francia. Los enólogos locales han avanzado mucho en la vinificación de esta cepa. A la vista presenta colores intensos, rojo cereza, en algunos casos hasta oscuros. Forma parte del reino de las uvas “Cot” junto con la Tannat y la Petit Verdot, que se destacan por su potencia colorante. Tiene una amplia gama de posibles aromas: guindas, ciruelas, cuero, trufas, violetas y menta. En boca presenta sabores a mermelada, guindas y frutas secas. Sus taninos redondos y dulces lo caracterizan. Posee cuerpo medio y también notas florales.

Merlot: Uva que otorga vinos suaves y frescos. Con ella se hace uno de los ejemplares más costosos del mundo, el Chateau Petrus. Es menos tánica que la Cabernet Sauvignon, por eso muchas veces se complementan. Su color suele presentarse como rubí intenso con tintes violáceos. Posee los clásicos aromas a frutos rojos, entre ellos, grosellas, moras y cassis, además de florales. En boca es fino, con personalidad, de taninos suaves, cuerpo moderado y elegante. Muy frutado.

Syrah: También conocida como Shiraz, entrega vinos de taninos potentes y golosos. Cuenta con gran carga colorante, entre los tonos rojo cereza y rubí. Sus aromas recuerdan a frutas rojas, flores como las rosas, y canela. Tienen también alta acidez, buena cantidad de taninos y grado alcohólico. Vigoroso. Perfectamente apto para el añejamiento. En boca es pleno, con notas de frutas dulces y especias, desplegando su potencial.

Cabernet Sauvignon: La reina de las cepas tintas. Allí donde se hagan vinos, estará presente esta uva. Con el paso de los años en botella se redondea y pule, armonizándose. A la vista es intenso, con colores rojos oscuro y violáceos. Sus principales aromas recuerdan a pimienta dulce, negra, cigarrillos, grosellas, moras, pimienta verde y violetas. En boca es corpulento, pleno, robusto, complejo. Posee taninos potentes y notas de especias y frutos negros. En su juventud puede ser duro, con marcada acidez y astringencia, que los años van domando hasta el punto de volverlo aterciopelado.

Como se puede apreciar, dejando un poco el “verso” de lado, las descripciones de las diferentes uvas (como ya dijimos en reiteradas ocasiones) varían muy poco una de la otra, salvo caracteres distintivos. Por eso, repetimos que la presente nota sólo tiene la intención de dejar plasmada la categorización estándar de las cepas tintas citadas, remarcando que son apenas una de las múltiples y posibles variantes que se pueden encontrar en el vino.

Paralelamente, no se puede negar que el consumidor se guía mucho por este factor, que inclusive tiene más peso a la hora de realizar una compra, que el propio origen de dichas uvas, o de qué procedimiento enológico y de crianza atravesaron. Pero es esa una cuestión de costumbres que debemos reeducar.

Por Diego Di Giacomo
ANBariloche

Cristal y vino, la alianza perfecta

El vidrio nació en la noche de los tiempos. Fue introducido en la vida del hombre (y la mujer) y difundido por los fenicios y los egipcios. Desde la época de la XVIII dinastía (siglos XVI y XV a.C.) los egipcios modelaron originales objetos  colando la materia vitrea fundida alrededor de un molde friable y fácilmente destructible.

Con la decadencia de Roma, decae también en Occidente el arte del vidrio que, reducido a una producción de objetos estrictamente de uso, abandona toda veleidad de arte y calidad. Posteriormente es arrollada por el obscurantismo barbárico.

Los vasos de vidrio causaron la crisis y después la desaparición de los productos de cerámica refinada, mientras prosigue la fabricación de cerámica para usos corrientes.

Concavidad perfecta

Con el triunfo del vidrio en la utilización de la ceremonia de beber, el hombre comenzó un proceso de perfeccionamiento que dio como resultado la invención de distintos recipientes aptos para algunos tipos específicos de bebidas.

Por ello es que la copa, inventada en su forma por el genio alemán Claus Josef Riedel, debe poseer : un cáliz, también conocido como cuerpo, que en su borde superior debe ser más angosto que el ecuador o panza con el fin de que se concentren los aromas, una base, obviamente para que la copa pueda pararse por sí sola y desde allí el degustador la pueda agitar circularmente y un pie, que permita sostener en el aire la copa sin el riesgo de que las manos se interpongan entre el contenido vinario y la vista, a la hora del análisis sensorial.

 

Actualmente, el mercado ofrece un vasto número de modelos que, en mayor o en menor medida, ofrecen las diferencias propias con las cuales los fabricantes distinguen su producto de la competencia. De todas formas, las copas se adecuan, por tamaño y forma, a cada tipo de vino.

Las grandes y corpulentas son ideales para los vinos tintos o rojos y las medianas para los blancos. Las más pequeñas usualmente son utilizadas para enfatizar las características frutales de otras bebidas alcohólicas.

Para el caso de los espumantes existen dos variantes contrapuestas en su forma : por una parte se observan las que simulan la forma del seno de una mujer, muy utilizada en festejos como casamientos, aunque poco prácticas para el ejercicio del análisis sensorial y por otra las aflautadas, que son las utilizadas tanto por aficionados como especialistas en el arte de la degustación.

En el caso de los vinos tranquilos (no los espumantes que permiten la reducción o formación de espuma por la presión ejercida por el anhídrido carbónico natural), si bien existen variantes como las mencionadas, los especialistas han logrado normalizar el uso de una única forma de copa, ya mundialmente institucionalizada para concursos y grupos de cata.

Antonio Mas Carlos Catania

Algunos expertos la han definido como “la de cuerpo escultural tipo delfín”: es la conocida copa tipo tulipa. Es de tamaño medio e ideal para acompañar todos los movimientos exigidos por los degustadores entrenados. Posee una altura total de 155 milímetros, de los cuales 100 milímetros están dedicados exclusivamente al cáliz y el resto al pie de la copa. Su ancho máximo es de 65 milímetros, medida que coincide con el ecuador (parte más ancha del cáliz) y con el diámetro de la base. El ancho o diámetro del pie es de 9 milímetros y el borde superior o boca de la copa 45 milímetros.

Obviamente la copa tipo tulipa debe carecer de inscripciones, sellos o talladuras y debe ser de cristal o vidrio transparente.

Además se pueden considerar tipos de copas universalmente utilizadas en distintas situaciones de consumo social u hogareñas como: la derivada de la tulipa, que posee menor altura que la de tipo tulipa, la copa tallo alto para vinos blancos (tipo Borgoña), la específicamente copa Borgoña para tintos y las copas de menor porte para blancos.

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Asimismo se observan en el mercado copas alargadas para vinos especiales tipo Marsala, oporto o jerez, la copa de gran capacidad para brandy o cognac y algunas de formas caprichosas como la que ostenta la forma de un tulipán, también destinada a los vinos tintos.

Finalmente, es muy común encontrar para vinos vasos de dos secciones, donde su pie es utilizado también para albergar el divino jugo proveniente de la uva madura.

 

Así se forma el precio del jugo concentrado de uva

De qué manera influyen los competidores de la Argentina y el principal sustituto del mosto de uva, el jugo de manzana chino, en EEUU, el cliente número 1 del mundo es el tema central de un acabado informe de Observatorio Vitivinícola Argentino.

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La industria del Jugo Concentrado de Uva (JCU) ha tomado una posición irreemplazable en la dinámica del sector vitivinícola argentino, al convertirse tanto en un fuerte (a veces principal) demandante de uvas criollas o básicas, como en un destacado jugador internacional.

Su nivel de producción no es constante, debido a su carácter de commodity y su dependencia de mercados complementarios (el vino en el caso de Argentina), sin embargo en la última década ha fluctuado alrededor de las 150 mil toneladas. Salvo un volumen más o menos constante que se destina al mercado interno (que ronda el 5% de la elaboración de vinos), el resto se exporta, siendo sus principales destinos Estados Unidos, Japón y Canadá. Si tomamos en cuenta que el comercio mundial de este producto se sitúa en un promedio de 600 mil toneladas (de las cuáles debe deducirse un volumen de JCU tinto que puede rondar las 150 mil toneladas), Argentina cuenta con una participación en el mercado mundial de JCU blanco de un poco más del 30%.

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Sin embargo, su relevancia en el mercado cambia drásticamente cuando se tiene en cuenta la distribución de este comercio, ya que los otros grandes participantes (España e Italia) tienen sus ventas concentradas en el mercado regional de los países vitivinícolas de la UE, y salen con poco volumen a países extra UE.

Argentina es entonces, quizás por constancia, el mayor proveedor mundial de JCU blanco. Esto no significa que lo sea todos los años, pero sí que lo es la mayoría. Esto ha planteado siempre el debate sobre cuál es el poder que tenemos de imponer precios en los mercados internacionales, o si, por el contrario somos precio aceptantes.

Ni una cosa, ni la otra.

El proceso de formación de precios

El proceso de formación de precios que se va produciendo en las sucesivas etapas, es un complejo mecanismo que depende de muchos factores interrelacionados. Desde la formación de precios en el nivel primario, pasando luego al industrial primario (la elaboración del jugo simple), llegando a la concentración, envasado y comercialización, la naturaleza de commodity de este producto le confiere márgenes tan ajustados en cada etapa, que cada proceso interviniente de formación de precios influye en el resultado final.

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Para comenzar a destejer este entramado con algo conocido, la industria del JCU local, a la hora de salir a ofrecer un precio por la materia prima debe considerar, entre otros factores, cuánta uva hay disponible, qué demanda se espera tenga el vino esa campaña, cuál será su propia demanda en el mercado internacional, y con qué precios de sustitutos deberá competir.

El principal comprador de JCU del mundo es Estados Unidos, quien le compra el 80% a Argentina. El principal competidor de Argentina en este mercado es el propio jugo de uva blanco californiano. La industria del JCU blanco en Estados Unidos se concentra en California (especialmente en el Valle de San Joaquín), tuvo épocas de auge y grandes volúmenes que alcanzaban para abastecer en gran parte la demanda nacional, pero la irrupción del jugo argentino en la década del 90 a precios súper competitivos fue minando su rentabilidad y redujo paulatinamente su tamaño. En la actualidad, si bien sus volúmenes varían en función de muchos factores que luego mencionaremos, el nivel de producción ronda las 100 mil toneladas y en descenso.

La industria del JCU en California compite por la materia prima con el sector de uvas desecadas. La principal variedad que se utiliza es la Thompson Seedless (Sultanina en la versión local). Esta competencia por la uva no se realiza en términos de igualdad, ya que el sector de pasas americano es el segundo exportador a nivel mundial de este producto, con poder de influir en los precios internacionales. Sin embargo, se encuentra en retracción desde hace más de una década, por lo que en sus excedentes es donde se nutren los concentradores. Otro aspecto a considerar es que el sector de pasas se encuentra regulado por un mecanismo llamado Marketing Order, que acota el volumen de uva que puede ser comercializado para conseguir precios superiores.

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No sólo es el precio de la uva lo que los concentradores deben considerar para fijar sus precios, sino que deben mirar muy de cerca el precio al que su principal competidor (Argentina) llega a puertos americanos con su producto.

Resumiendo este punto entonces, tenemos que el jugo de uva blanco californiano fija su precio en base a: 1) el precio de la uva que requiere, el cual a su vez es mayormente determinado por el sector de pasas, y 2) el precio de entrada a Nueva York del JCU argentino.

Sustitutos

Por su parte, el JCU argentino, como mencionamos con anterioridad pone un precio a su producto teniendo en cuenta los aspectos internos mencionados (cantidad de uva disponible, demanda esperada para quien compite por la misma uva, que en este caso es el vino, nivel de precios) y al mismo tiempo ajustándose a los precios que observa en su mercado de destino, Estados Unidos.

Ahora bien, es aquí donde empieza a jugar un rol fundamental el desempeño de los productos sustitutos.El principal destino del JCU es la industria de jugos y bebidas que contienen jugo. El JCU blanco integra un grupo de productos altamente sustitutos entre sí, constituido por el jugo de manzana, el jugo de pera y el jugo de ananá. Estos productos (con la salvedad de particularidades que cada uno tiene) comparten características de color y acidez que los hacen aptos para la industria de jugos y bebidas que contienen jugos, ya no como jugo puro en sí, sino como endulzantes o “fillers” (literalmente, para estirar las bebidas).

Entre este conjunto se destaca el jugo de manzana por su importantísimo volumen producido y su demanda. Después del jugo de naranja, es el más consumido en el mundo como jugo puro. Además de esta demanda particular, cuenta con un mayor aún requerimiento como filler, y es ahí donde se convierte en el principal sustituto del JCU blanco. Existen consideraciones técnicas por supuesto que hacen que la sustitución no sea perfecta: una bebida que arma su receta con JCM deberá incurrir en costos de sabor, ajustes de acidez, conservación, etc., para pasar su receta a JCU y al revés, pero en la realidad esta sustitución sucede, es constante, y veloz.

El principal productor de manzanas del mundo (y por lo tanto de JCM) es China, quien en la actualidad produce 1 de cada 2 manzanas del mundo. Sus millones de pequeñas plantaciones implantadas con esta fruta originalmente estaban destinadas a ser consumidas en fresco y en su mercado interno, pero al no cumplir las expectativas este plan nació la industria del concentrado que en pocos años dominó el escenario mundial. Como ya mencionamos que Estados Unidos es el principal comprador mundial de jugos concentrados, es también el principal comprador de China. La fijación del precio del JCM es aquí un poco menos interactivo, dado el inmenso tamaño que tienen tanto su oferta como su demanda, por lo que no habilita la influencia de sustitutos (a modo de ejemplo, el comercio mundial de JCM,2.700 millones de USD en 2012, es 4,5 veces el tamaño del comercio de JCU).

El precio del JCM chino es fijado primordialmente por el precio de su materia prima. Tal como mencionamos, la manzana china tiene como principal destino el consumo en fresco local y la industria del JCM se abastece básicamente del descarte. Por lo tanto, el precio del JCM se fijará en base primordialmente a la cantidad disponible de manzana y el precio que la demanda (americana) esté dispuesta a pagar. Además, existe una fuerte influencia sobre este precio que es la constante tendencia al alza de costos de la producción primaria en China.

Y resumiendo nuevamente, de esta manera llega el JCM de China al puerto de Nueva York con un volumen disponible, el cuál es absorbido por una demanda creciente, y donde compite con el JCU por la demanda de jugos fillers o endulzantes.

En conclusión, este complejo proceso de formación de precios, que en muchos años deja perdedores a lo largo de las respectivas cadenas, es la suma de numerosas influencias, ninguna de las cuales puede ser desestimada, ya que la salida de competitividad de uno de esos escalones puede fácilmente suponer un cambio drástico en la permanencia en la actividad (tal como ha experimentado Argentina en años de bajas cosechas y altos precios internos, ó por el otro lado, de abundantes cosechas de manzana en China que han provisto de bajísimos precios al mercado internacional).

Vinos “blush”, vinos con rubor

Los vinos rosados pueden hacerse de dos formas: o se le deja al jugo de uva la piel de color durante un tiempo para que le transfiera algo de color y tanino, o se mezcla un poco de vino tinto en el blanco.

Una diferencia clave entre un rosé y un blush wine está en que para los rosé, se utiliza siempre el primer método (dejar en contacto la piel con el jugo), mientras que un blush puede obtenerse de ambas formas, divulga Cocina y Vino.

El color del rosé, cuyo nombre viene del francés, tiende a ser más intenso que el del blush, el cual se fabrica en grandes cantidades y está dirigido al mercado más masivo, sin embargo, no quiere decir por ello que sean de baja calidad.

Los blush wines californianos resultan muy populares en Estados Unidos y, por lo general, se ven como un vino refrescante y veraniego, más cercano a los blancos que a los rosé de gran intensidad. Los blush, además, tienden a ser más dulces y menos alcohólicos; cuando son buenos, sus aromas florales y delicada acidez los hacen muy agradables.

Las variedades que comúnmente se usan para estos vinos son la Zifandel, Merlot y garnacha; varietales de hollejos tintos, en los cuales el contacto entre éste y el mosto es muy breve. Los blush wines armonizan muy bien con queso fresco de cabra, salmón, langosta y pastas con salsas de tomate.

“Alegría”, la nueva campaña de Vino Argentino

La nueva campaña de Vino Argentino se presentó el viernes 26 de octubre -a las 18.30- en La Enoteca (Peltier 611, Ciudad). La creatividad, denominada “Alegría”, ya tuvo una excelente recepción en el cierre del Festival RAIZ, en Tecnópolis, donde se exhibió el domingo pasado.

“Alegría” convoca a grandes artistas de nuestra música como Fito Páez, Pedro Aznar, Los Decadentes, Pablo Lescano, Sergio Denis, Vitillo Ábalos, Rodolfo Mederos, Mariana Baraj, Jaime Torres, Peteco Carabajal y los mendocinos Orozco- Barrientos y Mariela Contreras, todos brindando por la bebida nacional.
 La nueva campaña del Vino Argentino resalta los valores de nuestra Bebida Nacional al mostrarlo como un verdadero símbolo de la cultura argentina y destacando su histórica presencia en la vida cotidiana. “Alegría” reafirma, además, el rol del vino como elemento de unión, tal como actuó entre los músicos invitados.
Todos celebraron y brindaron por el vino, la música, la mesa y la cultura argentina, ejes de la nueva campaña.   Dale alegría a mi corazón La canción de Fito Páez “Dale alegría a mi corazón” fue la elegida en esta oportunidad, reforzando la idea de transversalidad que comparten el vino y la música. Cada artista invitado imprimió su sello en las diferentes versiones que recorren estilos y géneros con un denominador común: el vino argentino.
Todo ese material pronto se verá en todo el país y en las redes sociales.   “Encontramos una canción que nos permite expresar este magma cultural y transformarlo en un mensaje claro”, afirman los responsables de la producción. Se trata precisamente de “Dale alegría a mi corazón”, de Fito Páez, “una canción que atraviesa generaciones y que prácticamente se ha convertido en un himno. La podemos cantar cuando llegamos en la final de un mundial de fútbol o si necesitamos unirnos en un abrazo solidario. Es una que sabemos todos, su letra es simple pero de una gran profundidad”, agrega Guillermo Oliveto, asesor estratégico en este singular proceso que lleva adelante la actividad vitivinícola: hacer una campaña de comunicación para sumarle valor a todos los vinos del país.
Vino Argentino es la campaña de comunicación genérica que pone en valor y comunica los atributos de todos los vinos del país. Es coordinada por el Fondo Vitivinícola Mendoza, en el marco del Plan Estratégico Argentina Vitivinícola 2020.   Para realizar esta ambiciosa pieza y lograr captar en menos de un minuto el universo de emociones que generan el vino y la música cuando se unen, el Fondo Vitivinícola confió nuevamente en La Brújula, la productora audiovisual con gran trayectoria y reconocimiento en realizaciones musicales y culturales. Uno de los productos insignia de La Brújula es “Encuentro en el Estudio”, merecedor de tres premios “Martín Fierro” y dos premios “Tato”, lo que les da un profundo conocimiento del mundo musical, sus riquezas expresivas y sus desafíos técnicos. La dirección del spot está a cargo de Ariel Hassan y la producción general es responsabilidad de Woody González.   Una campaña, todos los vinos “Vino Argentino” es la marca genérica creada para comunicar al vino con sus consumidores, los actuales y los potenciales. Precisamente porque no se trata de un vino en particular sino del producto genérico, en estas campañas -que comenzaron en 2005- se pueden ver tintos, blancos, rosados, espumantes, el clásico pingüino –hoy resignificado como ícono fashion-, en copas o en vasos. “Uno de nuestros principales objetivos es generar una comunicación transversal, es decir que pueda ser efectiva entre quienes consumen vinos de alta gama y quienes compran el vino más económico, porque nuestra actividad tiene ese diferencial: elaboramos productos muy diversos que pueden responder a diferentes gustos, ocasiones y bolsillos”, comenta el presidente del Fondo Vitivinícola, José Luis Lanzarini.
La campaña que habla de todos los vinos argentinos lleva ocho temporadas continuas y presentará su sexto comercial. En cada uno, el vino sale a escena con la misma premisa: destacar las cualidades que tienen en común todos los vinos; luego, cada bodega, en sus comunicaciones, enfatizará sus particularidades. “En una actividad como la vitivinicultura argentina, muy heterogénea y atomizada, con gran cantidad de jugadores y que enfrenta a competidores concentrados, la comunicación genérica crea las condiciones para que luego las marcas puedan instalar sus propios mensajes con más facilidad, pues ya hay una base de conocimiento sobre el vino argentino en la mente del consumidor”, afirma Guillermo Oliveto, especialista en tendencias de consumo y consultor estratégico de este proyecto.
 La Bebida Nacional Que el vino sea la Bebida Nacional argentina es el resultado de una gran trabajo en conjunto. Es fruto de la alianza entre el sector público -el Estado, las universidades, las instituciones de ciencia y técnica- y las empresas e instituciones del sector privado que vienen apostando al crecimiento de esta actividad a partir de los postulados establecidos en el Plan Estratégico Vitivinícola 2020. La ley 26870, promulgada en julio de este año, declara al Vino Argentino como la Bebida Nacional del país. A partir de esto, el vino es reconocido como un elemento de la cultura y la identidad argentinas. A partir de la implementación de esta ley, todos los vinos se identificarán con una imagen o la leyenda “Bebida Nacional” y de este modo, Argentina se convierte en el primer país del mundo en reconocer a este noble producto con este rango cultural.
Mercado interno en crecimiento Una de las grandes fortalezas de la vitivinicultura argentina es su mercado interno que ubica al país en el sexto puesto del ranking mundial. Según el último reporte del Instituto Nacional de Vitivinicultura (www.inv.gov.ar), el 75% de las ventas totales de vinos se han concretado han sido en el mercado doméstico. Los despachos de vino al mercado interno en el primer semestre de 2013 han tenido un crecimiento del 8% respecto de 2010, de 6% con relación a 2011 y 4% respecto de 2012. Expresado en términos de volumen, esto significa 22 millones de litros más durante 2013 en comparación con el año anterior. Esta evolución es altamente significativa en un escenario mundial en el que todos los países productores de vinos están prestando especial atención a sus mercados locales pues el negocio global del vino es muy competitivo. Argentina, en este contexto, se destaca pues desde 2005 viene trabajando en su Plan Estratégico 2020 buscando responder a la demanda de sus consumidores.
 Un caso único El caso “Vino Argentino” se presentó en la 30° edición de los Premios Mercurio que organiza la Asociación Argentina de Marketing. Allí obtuvo el Primer Premio en la categoría Entidades y Marcas Públicas y quedó finalista para el Mercurio de Oro, junto con los mejores casos de Marketing del país. El caso fue evaluado por un jurado de expertos, quienes durante varias jornadas analizaron las estrategias de cientos de empresas de diferentes rubros de todo el país y también experiencias latinoamericanas. “Los Premios Mercurio constituyen el galardón nacional más importante para quienes desarrollan estrategias comerciales exitosas, representadas a través de campañas que involucren una acción integral de marketing”, afirman los organizadores de este certamen que tiene 30 años de trayectoria.   Qué es el Fondo Vitivinícola Mendoza Es un ente público no estatal dedicado a la promoción del consumo de vinos en el país. Fue creado en 1994 (por Ley Provincial 6216) y tiene la responsabilidad de coordinar y administrar, entre otras actividades, la campaña genérica Vino Argentino. Su Misión es promover el consumo del vino en Argentina, la difusión de su cultura y el crecimiento de la actividad a través de estrategias y acciones de comunicación. El organismo, en el que participan entidades vitivinícolas del sector privado y el Gobierno de Mendoza, además se encarga de proveer de  datos sobre la industria a instituciones, productores, bodegas y medios de comunicación. Organiza y financia eventos de trascendencia turística, cultural, social y económica de interés para la vitivinicultura.Más info: fondovitivincola.com.ar/ unbuenvino.com.ar   La Brújula Productora especializada en la realización de contenidos audiovisuales de rubros múltiples. Como empresa joven, garantiza una adaptabilidad frente a los cambios y espontaneidad en las respuestas. Cuenta con un staff permanente de profesionales que responden a las necesidades del trabajo básico, al que se le suma un equipo externo de profesionales y técnicos calificados para adoptar la forma adecuada a las exigencias particulares de cada producto. Entre sus producciones documentales se destacan “Los caminos de Atahualpa Yupanqui”, “Pueblos Originarios” y los programas “Encuentro en el Estudio”, que ya lleva seis temporadas por Canal Encuentro, “Alterados por Pi”, que conduce Adrián Paenza, “Proyecto G”, y “La vida es arte”, con la conducción de Lalo Mir. Entre las realizaciones musicales de La Brújula hay que mencionar “Divididos en Tilcara”, “Luciano Supervielle, el juego de la música”, “Bajofondo Tango Club”, “Kevin Johansen en la Trastienda” y el blue ray de Divididos “Audio y Agua”, entre otros. Más info: labrujula.tv   Asesoramiento estratégico El reposicionamiento del vino en Argentina es un proceso que se inició en 2005 y desde entonces cuenta con el asesoramiento estratégico de Guillermo Olveto. Es Lic. en Administración de Empresas (UBA), cuenta con más de 18 años de experiencia en Asesoramiento Estratégico e Investigación de Mercados. En 2010 fundó W, consultora especializada en el análisis de las tendencias humanas, sociales, políticas, económicas y de consumo para su aplicación en el pensamiento estratégico y en el desarrollo de negocios. Presidió la Asociación Argentina de Marketing entre 2007y 2010 y actualmente es su vicepresidente 1°. Fue CEO de CCR, para Argentina, Uruguay y Paraguay, durante 8 años. Es autor de No Son Extraterrestres/aunque a veces lo parezcan/ Argentinos Hoy (2002); El futuro ya llegó/ Tiempos de Libertad y Angustia en la Sociedad Híbrida (2007); La investigación de mercado explicada (2008) Creó junto al profesor Guillermo D’Andrea del Instituto Argentino de la Empresa, el Seminario Anual de Consumo Masivo que se brinda desde 2002 en el Campus de la Universidad Austral.   Asesoramiento creativo Desde el inicio de las acciones de comunicación genérica de Vino Argentino, el proyecto cuenta con el asesoramiento creativo y publicitario de Dylan Williams para asegurar que el producto creativo acompañe la estrategia general. Dylan Williams tiene 35 años de trayectoria publicitaria:  fue director para América Latina en Ted Bates; presidente de Mcann Erickson Argentina y Uruguay del Grupo WPP y socio y presidente de la agencia La Negra. Actualmente es asesor en comunicación publicitaria y ha fundado hace 3 años LSDLive, compañía dedicada a la integración digital en transmisiones en vivo por internet   Ficha Artística de “Alegría” – EL VINO NOS UNE
  • Fito Páez
  • Pedro Aznar
  • Rodolfo Mederos
  • Mariana Baraj
  • Peteco Carabajal
  • Los Auténticos Decadentes
  • Dúo Orozco – Barrientos
  • Mariela Contreras
  • Vitillo Ávalos
  • Jaime Torres
  • Sergio Denis
  • Pablo Lescano
  • Locución: Elisabeth Vernaci y Lalo Mir

Ficha Técnica de “Alegría” – EL VINO NOS UNE La Brújula

  • Directores: Ariel Hassan y Woody González
  • Dirección de Post Producción: Luis Hassan
  • Productora Ejecutiva: Iara Uhalde
  • Director de Fotografía: Ricardo De Angelis
  • Directora de Arte: Paola Taboada
  • Sonido Directo: Matías Cella
  • Foto Fija: Lucía Galli

 

  • Asesor estratégico de Vino Argentino: Guillermo Oliveto
  • Asesor creativo publicitario: Dylan Williams
  • Coordinación General: Fondo Vitivinícola Mendoza

Bonarda, el nuevo emblema argentino

Luego del Malbec y el Torrontés, la variedad que es política de Estado en San Martín, sorprendió a periodistas y sommeliers bonaerenses.

“Bonarda Argentina: presente y futuro de un gran varietal” convocó a más de 70 periodistas especializados, hoy, en la Escuela Argentina de Sommeliers de la ciudad de Bs. As.

Este importante evento vitivinícola fue organizado por la Comisión Varietales de Bodegas de Argentina junto con el Centro de Viñateros y Bodegueros del Este.

Este seminario surgió como propuesta para  propiciar un ámbito de difusión que muestre los avances en el desarrollo tecnológico y comercial del Bonarda que se perfila como un varietal tinto emblemático que puede acompañar al Malbec para contribuir al reconocimiento de Argentina como país vitivinícola diversificado y líder en la elaboración de vinos de alta calidad.

La jornada comenzó a las 10 y finalizó alrededor de las 13.30.

Se realizaron tres paneles: el vitícola, cuyos disertantes fueron Tomás Hughes y Pedro Marchevsky; el enológico, en la que se escucharon las palabras de Jorge Riccitelli, Roberto González y Raul Onni, finalizando con un panel experiencias comerciales  Ricardo Puebla, Hector Durigutti y Roberto Monsalvo. Todos reconocidos profesionales de importantes bodegas del país y de amplia trayectoria nacional e internacional

Respecto a la disertación vitícola y enológica, se plantearon los lineamientos productivos y de elaboración para obtener el máximo potencial del varietal. Se focalizó sobre los aspectos a tener en cuenta para obtener Bonarda de alta gama, bajo el concepto de que la única manera de crear una marca (la marca Bonarda) es con vinos de excelencia, que son los que darán prestigio al varietal. Una vez logrado esto, se abre el camino para posicionar detrás, vinos en diferentes gamas, siempre que se procure mantener una buena relación precio-calidad.

 

Las Conclusiones destacadas de los Expertos

Para lograr Bonarda de alta gama, hay que trabajar mucho desde el viñedo. Hay que lograr viñedos equilibrados, con una buena relación hoja-fruto, homogéneos, con una distribución de racimos adecuada y excelente sanidad. Hay que controlar el vigor, que es muy exuberante en Bonarda. Para lograr un buen vino, es indispensable partir de una uva excelente.

Se debe prestar especial atención también en la elaboración. Hay que elegir muy bien el momento de cosecha y realizar una maceración y una fermentación cuidadosa. El Bonarda es una uva de piel muy delicada, por lo que hay que trabajar con precaución para evitar exceso de borras que den sabores amargos y vegetales. El uso de la madera debe ser medido y debe utilizarse madera suave.

El Bonarda tiene un gran potencial enológico y en nuestro país se pueden lograr vinos excelentes en las diferentes regiones vitivinícolas. Tiene un perfil comercialmente atractivo, con un paladar dulce y frutado y baja graduación alcohólica, que es lo que busca hoy el mercado. Productos de este estilo y nivel ya se encuentran disponibles y de hecho comienzan a ser valorados en los principales mercados del mundo.

Argentina es prácticamente el único país capaz de producir Bonarda en escala, por lo que es un varietal sin competencia de otros países, lo que permite diferenciarse en los mercados.

La única forma de crear marca y desarrollar mercado para el Bonarda en el exterior, que es hoy aún muy pequeño (), es generando un volumen significativo de marcas de Bonarda en alta gama, como para utilizar de punta de lanza para ir posicionando productos de este varietal en el resto de las gamas. Es necesario que las bodegas se animen a elaborar Bonarda de alta gama, y que algunas de las de mayor volumen tomen la delantera como abanderadas para lograr una masa crítica.

Es fundamental el trabajo conjunto. Que todos los actores del sector – desde la producción incluyendo a los comunicadores-  se decidan a posicionar el Bonarda de Argentina, y que se comuique esta decisión. Hay que trabajar en comunicar a los mercados que tenemos un varietal que es excelente, único, y que sabemos elaborarlo muy bien. Hay que tener presencia en concursos, en acciones de promoción y en los medios especializados.

Algunos panelistas consideraron que el Bonarda puede ser muy exitoso también como bi-varietal, acompañando otros varietales más conocidos a nivel mundial (malbec, cabernet, syrah, merlot), y que la dupla Malbec-Bonarda, podría ser una buena forma para introducir luego el varietal Bonarda puro.

Además del Malbec, es necesario ir construyendo nuevos pilares para sostener la vitivinicultura argentina. El desarrollo y posicionamiento del Bonarda, puede ser una de estas columnas. Una vez que el pilar esté construido, habrá que trabajar para evaluar si su potencial permite transformarlo o no en un gran pilar, como lo es el malbec. En este punto, hay referentes que opinan que tiene potencial para alcanzar el éxito que tiene hoy el malbec, y además creen que es un muy buen varietal para conquistar mercados de nicho (más pequeños y focalizados), por lo que es muy interesante su desarrollo para generar estos otros pilares para potencial su desarrollo

La prensa internacional ya habla de Bonarda; y existen varios vinos Bonarda con muy buena puntuación en medios especializados (Wine Enthusiast, Wine Spectator, etc.).

El dinamismo del seminario se caracterizó por el espacio para preguntas y respuestas entre asistentes y expositores.

Al  finalizar se  degustaron vinos Bonarda de alta gama con excelentes resultados para el paladar.

¿Por qué Taller Bonarda?

Surgió porque existen importantes motivos para pensar en expandir el varietal Bonarda, entre los que se cuentan:

·         Una gran cantidad de bodegas tiene ya experiencia en la elaboración.

·         Tiene un gran potencial enológico y los vinos que se obtienen presentan un perfil interesante de características singulares.

·         Es un  varietal muy elástico, lo que permite obtener buenos productos que permiten apuntar tanto a gamas de precios bajos como altos.

·         El desarrollo de bi-varietales Malbec-Bonarda, se plantea como una alternativa interesante que ayudara para posicionar en el mercado interno y externo.

·         Nuestro país posee una gran superficie implantada de Bonarda (es, con 18.000 ha, la variedad de calidad de mayor superficie luego del malbec) y se adapta muy bien a las diferentes zonas vitivinícolas a lo largo de todo del país.

·         Una de las más interesantes ventajas competitivas del Bonarda, es el hecho de que es una variedad novedosa para el mercado externo, donde se lo mira con interés y curiosidad, ya que no existen otros países que la produzcan en cantidad.

La organización del suceso fue posible gracias al trabajo conjunto de las entidades organizadoras que trabajaron coordinadamente con la Comisión de Evaluación de Vinos del Este (San Martin, Mendoza), el Municipio de San Martin (Mendoza) y el auspicio de la empresa Della Toffola.

Oficial: la cosecha de uvas en el país crece 18% respecto a 2012

En el Ajuste del Pronóstico de Producción de Uvas 2013, el INV proyecta una cosecha a nivel país 18% superior a la de 2012.
El Instituto Nacional de Vitivinicultura dio a conocer el informe sobre el Ajuste del Pronóstico de la Producción de Uvas 2013.

Esta es la segunda etapa de evaluación y se realizó en las regiones productoras de vid de todo el país, estima para la República Argentina una cosecha de 26.600.000 quintales de uva lo que representa un aumento del 18% con respecto a la Vendimia 2012.

Para la provincia de Mendoza, se espera una producción de 18.110.000 quintales lo que significa un crecimiento del 22% con respecto a la cosecha 2012.

Para la provincia de San Juan el INV estima una producción de 7.011.000 quintales de uva lo que significa un incremento del 16%.

El informe destaca que la buena sanidad de los viñedos y aporta datos sobre los elementos que afectaron a la presente cosecha que son:

Granizo: afectó a departamentos de la provincia de Mendoza  (San Martín, Junín, Lavalle, Luján y San Rafael entre los de mayor incidencia), provincia de San Juan (Sarmiento), y en las provincias de La Rioja y Catamarca, con distintos grados de daños.

Altas temperaturas: se produjeron olas de calor importantes en San Juan (se sumó el viento Zonda), La Rioja y Catamarca. En estas dos provincias se sumó un significativo déficit hídrico.

Deshidratación: en algunas variedades de alta calidad se empiezan a ver síntomas (sobremanera en San Juan) La demora en su cosecha puede ocasionar una disminución de peso en el fruto.

Además de Mendoza y San Juan, se informan los datos de producción para las provincias de La Rioja, Salta, Catamarca, Córdoba, Río Negro y Neuquén.

Vino: sacrificio y ceremonias

La ofrenda de los productos de la tierra a la divinidad se consideró siempre como el medio más seguro para obtener sus gracias.

Desde que el vino se convirtió en el producto de oferta más común la libación acompañó todos los actos del culto antiguo y los sacrificios cruentos o incruentos, presenciando los actos más importantes de la vida de los humanos, animó fiestas y ceremonias.

Después del banquete, los huéspedes, sobre todo de los banquetes romanos, se entretenían hasta muy tarde en el simposio, donde conversaban, recitaban versos, filosofaban, bailaban y hasta se emborrachaban.

Cualquiera que fuese la finalidad del simposio, seria u orgiástica, en su preparación debían tenerse en cuenta numerosas normas. Además de las ya recordadas referentes a la técnica vitivinícola, las vides con las que se elaboraba el vino “capaz de permitir un brindis con los dioses”, no debían haber sido tocadas por el rayo ni haber servido para un ahorcado.

Leyendas romanas y griegas

“Vino, Baño y Venus desgastan el cuerpo pero son la verdadera vida”, rezaba un proverbio tan antiguo como los placeres que invoca. Y es que el vino forma un todo con el hombre y con la historia de la cultura por la poderosa y sostenida fascinación que ha ejercido en cada uno de los actos cotidianos a lo largo de los siglos.

El vino también era una bebida divina para los antiguos fenicios, los griegos y los romanos. Dionisio y su homólogo romano, Baco, eran grandes amantes del vino. Y el

vino fue también un aspecto intrínseco en ceremonias religiosas y paganas del mundo antiguo.Los dioses del vino eran muy venerados por sus poderes embriagadores y afrodisíacos. Homero describió algunos de los vinos cultivados en el norte de Grecia con uva moscatel como “dulces como la miel” Se organizaban fiestas y orgías en honor a los Dioses, en las que abundaba el vino, los manjares y los placeres sexuales. El vino se asociaba en el mundo clásico con el amor y el disfrute carnal, pero también con la tranquilidad, el descanso y el alivio.
Su creación está rodeada de leyendas, una de las leyendas griegas le atribuye a Dionisos la idea de cultivar la vid y extraer de ella el vino, conquistó Asia hasta la India con un ejército de músicos y bailarines que danzaban y ofrecían vino… se puede interpretar como una alegoría mitológica del poder cultural del vino.; otra dice que fue descubierta por el pastor Estafilo que encontró a una de sus cabras comiendo los frutos de una planta, tomó los frutos y se los llevo a su amo, Oinos, quién al colocarlos en un cuenco, extraerles el jugo y beberlo comprobó que se regocijaba cada vez que lo tomaba.
Cuenta la leyenda persa que de las semillas que un ave dejó caer a los pies del rey Djemchid nacieron plantas que dieron abundantes frutos y que al beber su favorita el oscuro jugo fermentado de estos frutos se durmió profundamente y al despertar se sintió curado y feliz. Entonces el rey nombró al vino Darou é Shah (“el remedio del rey”). Cuando su descendiente Cambises fundó Persépolis los viticultores plantaron viñas alrededor de la ciudad dando origen al célebre vino de Shiraz, ciudad próxima a Persépolis.
También los romanos demostraron un gran interés por la calidad del vino y por definir cuáles eran los mejores viñedos. Vemos aquí un origen de la asociación clima + terreno tan usual en los cánones de calidad para el vino en el Viejo Mundo.

Expansión del Viejo Mundo al Nuevo Mundo…
Tras la conquista romana el cultivo de la vid se generalizó en todo el territorio del Imperio y la fabricación de vinos se convirtió en una fuente de riqueza especialmente en la Galia Narbonnaise (sur de Francia), en el Gaillac, en el Este francés y en el Hermitage, sobre el Ródano, convirtiéndose las Galias en el centro del intercambio y la venta de vinos hacia todas las zonas europeas.

Después de la caída del Imperio Romano, en Europa el desarrollo de la viticultura y de la enología corrieron a cargo de los monjes cristianos, que pusieron mucho empeño en mejorar todos los sistemas de elaboración de vino, aprovechando para ello los viñedos heredados de los romanos. No es casualidad que las regiones con mayor tradición vinícola en Europa, suelen ser también las que tenían mayor concentración de monasterios y enclaves religiosos.

Podemos ver también hoy como muchas bodegas (algunas de ellas muy recientes) recurren a nombres latinos para sus vinos, o rehabilitan o usan comercialmente antiguos edificios, monasterios o abadías, ubicados entre sus viñedos.

Francia, Italia y España son los grandes productores y exportadores de vino desde el Medievo. Para el hombre medieval el vino era un producto de consumo habitual y hasta necesario, ya fuere como aporte calórico, ya fuere como para que su grado alcohólico ayudara a conservar y a eliminar algunas bacterias.

Se atribuye a Pierre Pérignon el hecho de haber introducido el vino en las primeras botellas con corcho, pero fue en esta época cuando hubo grandes plagas de filoxeras que atacaron a los viñedos y dejaron a Europa sin apenas producción.

A partir de 1863, la viticultura europea fue devastada por la filoxera, que mata las vides atacando sus raíces. La plaga tuvo su origen en América, y fue en América también donde surgió la solución a partir de 1880: el injerto de variedades europeas de vitis vinífera sobre raíces nativas de América, resistentes a la filoxera.

También La champaña fue descubierta en la edad del renacimiento por el equipo de la abadía del monje Don Perignon pues se había dado una clase de los llamados “vinos locos”, que se volvían muy burbujeantes en el vaso. Pero los monjes; al no conseguir que las burbujas desaparezcan por la fermentación espontánea en la botella a pesar de todos sus intentos dejaron de tratar de eliminar las burbujas y así nació este vino tan preciado y costoso.

En el siglo V ya se conocían distintos tipos de uvas y con ellas hacían los vinos blancos, tintos o dulces.

Ya en el siglo XIX, el vino sufría alteraciones y se fermentaba causando grandes pérdidas. Los vinos de una misma producción, guardados en toneles iguales, envejecían de distinta forma.

Hasta que Pasteur, en 1859, descubrió en un tonel que estaba recubierto de pintura, que el aire no penetraba en él y el vino necesita del aire para fermentar adecuadamente.

Se sabía desde tiempos remotos que algunos vinos son buenos para beberlos recién fermentados, otros ganan extraordinariamente con los años dentro de un tonel de roble. De allí la importancia de poner en marcha una serie de estudios y observaciones del comportamiento de los vinos para llegar a obtener los mejores resultados